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martes, 7 de septiembre de 2010

la esfera de los sueños


Había una vez dos niños que deseaban ir al mar y encontrar miles de tesoros para su

Familia pobre que vivía en el campo. Los niños llamados Franklin y Esteban le dijeron a su

Padre: “Papá, queremos navegar en un barco y encontrar tesoros”. El les contestó: “Ustedes

Son muy jóvenes y ademas los tesoros ya no existen. Solo están en la mente del abuelo”.


Entonces recordaron los cuentos que les contaba su abuelo sobre barcos, piratas y tesoros

Perdidos. Pensaron en la historia de la Antartida según la cual, su tatarabuelo había visto

Cómo se hundía un barco con muchos tesoros y hasta había hecho de su propia mano

Un mapa para algún día volver por él; pero al morir lo entregó al abuelo quien lo cuidaba

más que a sus propios nietos. Muchas veces los niños habían contemplado este viejo,

Arrugado y borroso mapa con la idea de hacer realidad el sueño de su abuelo.


Un poco tristes, los niños se fueron a bañar al río y de pronto vieron una esfera que tenía

Una tapa de metal brillante. Fueron hacia ella y vieron que tenía escrita una frase en color

Negro que decía: -Lucha por tus sueños, porque hasta los mas grandes pueden hacerse

Realidad-. Franklin y Esteban inmediatamente tuvieron el mismo pensamiento y gritaron al

tiempo:“Queremos tripular un barco”. Tomaron la esfera y regresaron a su casa muy

cansados como a las diez de la noche porque estaban muy felices y olvidaron la hora.


Esa noche llovió muy fuerte y una gotera que había en el techo de su casa hizo un charco en

el piso de su cuarto. Al día siguiente los dos se levantaron muy apresurados pensando en la

esfera de los sueños y al ver el charco se detuvieron a mirar lo grande que era, pero los dos

ce vieron reflejados en el charco y ¡Qué sorpresa!, se veían como unos muchachos

De aproximadamente 22 años. Cuando su padre los llamó a desayunar Esteban le dijo a

Franklin: “ ¡Papá creerá que somos unos ladrones!”.Entonces fingiendo su voz de niños

gritaron a su padre que hoy no tenían clases y que se levantarían mas tarde. Después

escaparon por la ventana llevandose solo la esfera y un tarro de galletas. Franklin dijo:

“Esto es gracias a la esfera de los sueños, ¡Podrémos conducir el barco!”. Pero esteban le

responde: “No tenemos dinero ni conocimiento de barcos, y ademas tengo mucha hambre”.

Franklin iba a destapar el tarro de galletas para calmar su hambre pero antes de que lo

Abriera, llegó un hombre envejecido de larga barba y les dijo: Sería un honor que jóvenes

tan fuertes y valientes conocieran mi embarcación; si me acompañan al puerto podrían

darse el gusto de conocerla.


Ellos pensaron en la esfera de los sueños y sin dudar lo acompañaron. Tan pronto la vieron

quedaron maravillados con su tamaño y belleza y de una vez quisieron conocerla, pero el

hombre solo intentaba vendérsela. Les pidíó una cantidad de dinero muy grande, entonces

muy desilusinados recordaron que tenían hambre y fuerona a destapar su tarro de galletas.

Pero ¡Que sorpresa, el tarro estaba lleno de muchos billetes!, tantos que pudieron comprarle

la embarcación al hombre. Ahora les pertenecía y podrían ser los capitanes de su

tripulación. Sin pensarlo dos veces se pusieron frente al timón y recordaron que no sabían

nada de barcos, sin embrago tan pronto lo tomarón supieron como manejarlo y solo

pensaron en la Antartida como destino para realizar su sueño.


Tras varios días de viaje sólo los entristecía acordarse de su padre y de su abuelo entonces

decidieron enviarle una carta contándole toda la verdad, aunque dudaron que les creyeran;

sin embargo la escribieron y la enviaron sin sabaer cuánto tardaría en recibirla. Después

de tres meses llegaron a la Antartida y recordaron de memoria el mapa del tesoro. Estaba

exactamente en la península Antartica y hasta se encortraron con la estación de Verano.
Claro que sabían que ese barco debía estar completamente cubierto por el hielo, pero aún

así empredieron su búsqueda. Despues de varios días de excavaciones e inteso trabajo

se sorprendieron al saber que quizá el tatarabuelo tenía razón, pues lograban ver algo como

la punta de la proa de una embarcación muy antigua. Y quiseiron seguir luchando por

descubrirla, pero ahora una inesperada y fuerte tormenta estaba haciendo hundir su propio

barco y amenazaba con destruirlo. Esteban se puso a llorar y renegaba de todo este viaje y

solo confiaba en que la esfera de los sueños podría ayudarles a sacar el tesoro y los salvaría.

Pero Franklín le reclamó por su actitud y le dijo muy molesto: “Nuestros sueños nos han

traído demasiado lejos y solo si regresamos tendrémos la posibiliadad de seguir soñando;

creo que ha llegado la hora de volver” . Los hombres de la tripulación se encontraban muy

asustados y decidieron apoyar la idea y regresar. Finalmente Esteban también aceptó.


Despues de dos meses y medio llegaron al puerto de partida y le pidieron a los hombres

que tomaran un descanso en el puerto. Ellos fueron los primeros en bajar del barco,

llevando consigo solo la esfera de los sueños; muy cansados se tiraron en la arena y

cerraron por un momento sus ojos para descansar. Cuando los abrieron ya no vieron el

barco. Buscaron por todos los lados algún rastro de él o de sus hombres pero no vieron

nada. Ahora se dieron cuenta que solo eran unos niños de doce y trece años. Entonces solo

querían ver a su padre y a su abuelo para contale lo sucedido y corrieron hacia su casa.

Fatigados y apresurados abrieron la puerta y los encontraron leyendo una carta que acababa

de llegar. Era la carta escrita por ellos hacía varios meses.


Los muchachos terminaron de contarles la parte de la historia que no estaba en la carta y los

viejos entre desconfiaodos, risueños y felices por el regreso les dijeron: “Ahora tenemos un

sueño por el cual luchar los cuatro. Irémos a la Antartida a encontrar ese tesoro”.

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