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y las noticias son...

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martes, 7 de septiembre de 2010

la sombra


Prendí una vela, me puse en una posición descansada en mi cómodo sillón, viejo y empolvado y me senté en la gran sala de mi viejo caserón, con altas paredes y oscuros pasillos bastante tenebrosos con las sombras reflejadas en las paredes.
Se había ido la luz por fallas técnicas que siempre solían ocurrirme en medio del campo… prendí dos velones bastante llenos de cera vieja y ya muy desgastados y me puse a leer en la oscuridad solo guiado por la luz de la vela que estaba a medio camino de extinguir su sobria y un poco tenebrosa luz.
Leía una historia casi siempre en la noche, echaba una hojeada a un libro de relatos interesantes como historias fantásticas o antiguas historias con descripciones tan claras, escalofriantemente y exactas que te transportaban a otro mundo muy extraño. Solía leer novelas, cuentos interesantes o uno que otro poema sacado del gran armario de madera y con varios cajones repletos de libros del cuarto, pero ese oscuro y callado domingo con luna llena entrando por mi ventana creando cierto efecto de luz (haciendo ver los cultivos movidos por el frio viento de la noche como seres oscuros pasando una y otra vez), leí ese viejo libro que tenía en el sótano empolvado y envuelto entre telas de araña el cual había pasado de generación en generación. Mi padre que ya era un anciano cuando se fue de mi lado me decía que leyera el cuento de mi bisabuelo pero siempre le hacia una cara de fastidio. Lo sople por encima haciendo salir una nube de polvo que me hizo toser estruendosamente. Eche un vistazo al libro hecho a mano escrito con antigua tinta, inspirado por un pariente ya muerto hace varios años en este mismísimo caserón de una manera extraña y misteriosa.
El libro hecho a mano, fue inspirado por el pariente difunto supongo que por lo callado de este antiguo y oscuro campo lo inspiro a hacer una vieja historia que trataba de una extraña sombra (el libro jamás aclara bien que era) que disfrutaba atormentar a hombres solos que Vivian en una vieja y antigua casa en la oscuridad en medio del campo, ya que hace muchos años un hombre le quito la vida en esa misma locación.
Esa fascinante historia me envolvió en expectación, curiosidad y ese cierto miedo causado por las descripciones tan puntuales y exactas alcanzadas por la escalofriante historia. Me sorprendía y a la vez era algo que me dejaba bastante miedo ver que mi bisabuelo escribía ese libro no con el animo de ser un relato fascinante sino siendo algo parecido a un diario.
Cierto frio me recorrió la espalda al ver que por el gran vitral se veía una extraña sombra que estaba casi seguro de que no era una cosa de la naturaleza. en ese mismo momento cerré el libro muy fuerte y estruendosamente (tanto que las paredes hicieron eco al cerrar el libro) y al mirar con la vela ya casi extinta el reloj vi que ya la hora era bastante avanzada entonces decidí dejar la lectura ya que supuse que el gran miedo combinado con el sueño me hacían una jugarreta. Por esa razón fui a mi gran cuarto con la gran ventana de fino cristal a mi lado y decidí que debía descansar un poco antes de salir mañana a ver los cultivos, pero de reponte… vi la misma sombra pasar muy rápido por la ventana haciendo ver sus prendas sueltas y viejas como un ser fantasmal y espectral. tome apuradamente mi vela y la encendí, corrí por todo el caserón de lado a lado para llegar a la puerta y con gran miedo, sudándome las manos que estaban muy frías y encalambradas, salí con mi pijama y abrí con gran miedo la puerta vieja de madera con un olor bastante fuerte a humedad. Al salir lentamente (ya al colmo de mi miedo mi corazón estaba palpitando muy rápido y mis delgadas piernas temblaban) salí a recorrer los alrededores de la casa pero sentía como si algo me estuviera observando muy de cerca y cautelosamente pero volteaba y solo se veía la oscura y tenebrosa noche de luna, pero al dar una curva de pared a otra pared descubrí a la gran sombra pasar muy velozmente. En ese momento me devolví a casa corriendo y olvidándome de todo le di un puntapié a la puerta que se había cerrado.
Estaba demasiado asustado y cuando menos esperaba una extraña manga negra con una mano pálida y con la piel pegada a los huesos me tomo del brazo, mire a su cara pero todo era borroso solo vi en un momento una cara blanca qu no mostraba sino sus secos labios hasta que algo me golpeo en la nuca y caí… no supe nada más. Al otro día me levante con el sol dándome en la cara y yo desmayado en la puerta sin saber que había sucedido alce la vista y di gracias al cielo de que todo había pasado, después de eso no volvi a saber nada de la extraña sombra.

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